miércoles, 21 de noviembre de 2007

Para los que dicen que los perros son irracionales

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Le gustaba Brahms, Schubert y Beethoven. Siempre que tocaba alguna obra de estos compositores, al rato aparecía en el estudio, entrando bien despacito, sentándose a mi costado izquierdo y mirándome un rato, y al ver que no le prestaba atención (eso era porque estaba tocando obviamente), se subía al sillón (su sillón de siempre, ver este artículo) y se quedaba dormida pero bien, bien profundamente.

Nunca dejó de venir a escuchar Brahms, Schubert o Beethoven. Ahora que si me ponía a tocar Mozart, entraba con la cola como helicóptero, la lengua afuera en señal de alegría y luego así como rauda venía, rauda se iba. Eso sí, Rachmaninoff y Liszt no eran de su preferencia y parece que Bach le daba flojera o algo así, porque será, no lo sé.


Pero no es eso lo que les quiero contar, sino otra cosita. Ella desarrolló un "juego" con todos los miembros de mi familia. Primero se acercaba al estudio por la puerta que da al patio, asomando medio cuerpo y mirándome fijamente. Yo le devolvía la mirada y le mandaba un beso volado, pero ella quieta. Me miraba fijamente. Eso despertó mi curiosidad. A la cuarta o quinta vez que hizo lo mismo (en días diferentes), la seguí en puntillas luego de asomarse por la puerta. Y vi que se iba a la cocina a ver quien estaba por ahí, como no encontraba a nadie se asomaba por la puerta que da de la cocina a la sala comedor y ahí vio que estaban mi mami y mi tía. Regresó por sus pasos hasta el patio y tomó la puerta que da a la escalera que va al segundo piso (donde están nuestras habitaciones) y subió "como ninja", despacio, grada por grada, hasta llegar al segundo piso y ahí se fue al cuarto de mi mami. ¿Para qué?. Bueno, pues le gustaba comerse el alimento de Mishka (mi pekinesa de 11 años) pues le gustaba como "postre" a veces.


Pero mírenla que primero veía quien estaba ocupado y quienes no, sino no subía.


Esa era mi Malú. A ver quién vuelve a decir que los perritos son "irracionales".

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miércoles, 14 de noviembre de 2007

El legado espiritual de mi Malú

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Puede que no me lo crean, puede que si, el hecho es que lo que les voy a narrar sucedió tal cual lo voy a referir, sin omitir detalle alguno.

El día en que el médico veterinario tomó las placas radiograficas a mi Malú para ver el motivo por el cual estaba teniendo un pequeño sangrado nasal y que luego me informó que era causado por un cáncer y que las probabilidades de vida de mi Malú eran mínimas, al regresar a casa, mi Malú se subió a su sillón preferido (su balcón) que esta en nuesta sala comedor. Yo me senté en una silla a su lado y provisto de papel higíenico suave (ese de doble hoja con aloe vera para no dañarle su naricita) empecé a limpiarle las gotitas de sangre que le salian. En un momento determinado me puse a rezar, algo que JAMÁS había hecho de la manera tan seria y profunda como entonces lo empecé a hacer. Era una secuencia de "Padres nuestros" y "Aves Marías". Lo hice porque sabía bien que no podía hacer nada más por ella, nada más a mi alcance real.

Empezó al día siguiente su quimioterapia. Y para entonces empecé a sacarla al jardín 2 veces al día (por la tarde y por la noche) para rezar. Ella estaba retozando por ahí, o se tiraba por allá y yo simplemente caminaba por todo el contorno del jardín (más o menos de 100mts2) rezando padres nuestros y aves marías y de vez en cuando pidiendole a mi "padre" (se entiende a Dios) por la vida y salud de mi Malú. Le ofrecí lo más que pude y que sabía realmente que podría ofrecer, inclusive le dije "toma años de mi vida y salud para dárselos a ella".

En fin, la cosa siguió así por varios días.

Un domingo por la tarde, una tarde soleada, mientras estaba rezando y hablando con mi padre, me detuve en seco en un momento determinado y pense para mi "¿me atrevo a decirlo en voz alta?", pues había pensado decir algo y muy en serio, lo cual me asustó primero y luego me desconcertó, motivo por el cual me cuestioné. Al final lo dije : "creo en ti señor, tengo fe plena en ti, me entrego incondicionalmente a ti señor y lo único que te pido consideres como padre que soy de Malú, es que le des la oportunidad de salir bien de esta situación y le permitas vivir los años que deba para que luego descance por viejita pero no te la lleves de esta forma".

Al día siguiente tenía una reunión con un cliente, para cobrar un pequeño trabajito que había realizado (una pequeña modificación en un diseño realizado hace 5 años). Fuí a sus oficinas al mediodía, entré y hablé con la recepcionista para que me anuncie y luego me invitó a esperarlo. Al voltear vi un mural, de esos en que los empleados ponen avisos. Ahí divisé una estampa del Señor de los Milagros (el mes en que sucede todo esto es Octubre, el mes morado en mi Perú por tradición). Me sonreí porque al costado había una hoja impresa con algo que parecía era una oración. Para mi pensé "otra oración de devoción incondicional, vamos a leerla". Las 4 primeras líneas me dejaron helado literalmente, frío y congelado de la emoción y de la sopresa:



Cuánto he esperado este momento,
cuánto he esperado que estuvieras así.
Cuánto he esperado que me hablaras,
cuánto he esperado que vinieras a mi.



Entonces le pedía la recepcionista si podía darme una copia y ahí me enteré de que era la letra de una canción:


Cuánto he esperado este momento,
cuánto he esperado que estuvieras así.
Cuánto he esperado que me hablaras,
cuánto he esperado que vinieras a mi.

Yo sé bien lo que has vivido,
yo se bien porqué has llorado;
yo se bien lo que has sufrido
pues de tu lado no me he ido.

Pues nadie te ama como yo,
pues nadie te ama como yo;
mira a la cruz, esa es mi más grande prueba. (bis)

Yo se bien lo que me dices
aunque a veces no me hablas;
yo se bien lo que en ti sientes
aunque nunca lo compartas.

Yo a tu lado he caminado,
junto a ti yo siempre he ido;
aún a veces te he cargado.
Yo he sido tu mejor amigo.



Letra y música : Martín Valverde
Blog personal




Luego de terminar la reunión con mi cliente emprendí el regreso a mi casa. Pero desde ese momento estaba invadido por una paz y tranquilidad que nunca había tenido antes. Simplemente esta en paz, con esa tranquilidad que tiene uno por aceptar lo que va a venir con resignación y sin protesta alguna. Creía a veces que era un signo de que Malú saldría victoriosa y otras que sería tarde para ella (como al final lo fué). Pero en todo caso me sentía en paz.

Y no sólo era cuestíon de paz sino que desde entonces mi trato con los demás cambió a un trato más condecendiente, amable y tolerante (algo francamente raro en mi persona hasta entonces). Obviamente voy a morir como todos, pero nadie me quitará de mi mente el hecho de que esto que les acabo de contar ha sido una respuesta a mis rezos y plegarias de parte de Dios.

Como corolario, días después estaba discutiendo con mi tía sobre la extraña sensación de paz que tenía y las dudas que me abrazaban. Eso por la mañana. En la tarde me llamó un muy buen amigo mío, afinador de pianos de profesión, lo conozco más de 15 años. Al contestar el fono me dijo de entrada "¿Cómo sigue tu perrita mi amigo?". Bueno le conté y hablamos algo más. Al final me dijo esto : "Te llamé para decirte 2 cosas. La primera saber como sigue tu perrita y la segunda cosa es decirte esto : ten fe hermano.". ¿Coincidendia?. Para nada, esta fue otra señal de mi padre Dios dandome ánimos por intermedio de alquien a quien quiero y aprecio mucho.

Hoy mi Malú no esta más conmigo. El maldito cáncer y la quimioterapia fueron mucho para mi bella pastor alemán. Pero mi hija (todas mis perras son como hijas para mi, les guste, compartan o entiendan mi opinión no importa, yo las amo así) realizó el sacrificio más grande que ser vivo pueda hacer por otro: dió su vida para que despertará en mi la fe dormida que tuve por más de 45 años. En algún momento Malú conversón con Dios y acordaron eso, dió su vida para darme a mi la bendición de la fe.

Esto ocurrió tal cual se los cuento. Por eso al pie de su urna hay y habrá mientras tenga vida, una velita misionera y le rezaré siempre para pedirle perdón por no haber sabido valorarla, amarla y por el mal trato que ha veces solía darle. Y rezo pidiéndole a Dios guie mis pasos para hacer de mi un hombre de bien y para que cuando me toque partir de este mundo, tenga el privilegio de entrar a su casa para ver a mis seres amados y a mi Malú.

Malú, gracias por tu regalo mi hija, no lo voy a desaprovechar. Tienes mi palabra de padre y hombre.
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miércoles, 7 de noviembre de 2007

El puente del arco iris

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Justo a este lado del cielo existe un lugar donde hay un PUENTE que une el Cielo con la Tierra. Es llamado EL PUENTE DEL ARCO IRIS y se llama así porque está hecho con todos los colores del Arco del Señor.
Cuando un animal muere y ha estado especialmente unido a alguien aquí, esta mascota va al PUENTE DEL ARCO IRIS. Está lleno de praderas, colinas y valles cubiertos de verde y fresca hierba donde nuestros especiales amigos pueden jugar y correr juntos. Allí también hay agua y comida y el tiempo es agradable y cálido, como si siempre fuera primavera, para que nuestros amigos se sientan a gusto. Allí los animales viejos o enfermos vuelven a tener juventud y vigor, y aquellos que han sido heridos o mutilados, son recompuestos y recuperan su fortaleza de nuevo, tal y como nosotros los recordamos en nuestros sueños de días que ya se fueron.

Allí los animales están felices y contentos excepto por una pequeña cosa: ellos añoran a alguien, a esa persona especial que amaron y que un día tuvieron que dejar atrás

Y mientras corretean y juegan juntos, llega el día en que uno de ellos de repente se detiene y mira a lo lejos. Sus brillantes ojos atentos, su ansioso cuerpo se estremece, sus orejas alerta. Súbitamente se separa del grupo y volando sobre la verde hierba, sus patas le llevan cada vez más y más deprisa. TÚ HAS SIDO DIVISADO, y cuando tú y tu especial amigo finalmente os encontráis, os fundís en un jubiloso abrazo, que nunca se volverá a romper. Besos de felicidad llueven sobre tu cara, tus manos vuelven a acariciar su amada cabeza y tú una vez más miras dentro de los sinceros ojos de tu mascota, durante tanto tiempo lejos de tu vida pero nunca ausente de tu corazón.




El 31 de Octubre del 2007 falleció mi adorada Malú, víctima de un cáncer nasal fulminante. Falleció dentro de la casa, en la sala donde más le gustaba estar, en mis manos suspiró por última vez y se quedó dormidita como siempre. El regalo más hermoso que Dios me dio fue el amor de esta maravillosa compañera y fiel amiga. Para ti Malú, donde te encuentres ahora, sólo es cuestión de tiempo mi amor para poder reunirnos pues para ti ahora el tiempo no significa nada, y más bien seré yo el que tenga que esperar años para poder volver a estar a tu lado y darte lo que en vida no pude darte. Gracias por lo que me has dado y lo que me has dejado Malú. Te extraño mucho.
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Copyright © Mi amada Malú