sábado, 19 de abril de 2008

Soñé contigo, la pena ahora es menor porque te vi feliz (re-publicación)

Fue un sueño simple, nada complicado. Estaba en mi estudio, acompañado por mi mami y mi tía me parece, y apareciste en la puerta como muchas veces lo habías hecho, e hice el gesto que siempre te hacía cuando te quería demostrar cariño, amor y ternura: abría mis brazos como pidiéndote un abrazo y tu arrancabas a toda velocidad los 7 metros que nos separaban y brincabas sobre mis piernas para lengüetear mi rostro y darme un mordisco suave como sólo tú podías hacerlo. Y en mi sueño, no podía mover mis brazos e hice un esfuerzo sobre humano para poder hacerlo y al ver que arrancabas hacia mí, te llamé por tu nombre 2 veces: "´Malú, Malú", pero me costaba articular palabra así que forcé mi garganta y sentí como salía un sonido inarticulado, y entraba en cognición que estaba soñando.

Picture 22 Mi mami, como siempre, vino a mi rescate, a despertarme de lo que creía era una pesadilla y cuando estaba por hacerlo, pude tocarte Malú, sentir realmente en mis manos tu pellejito, tu piel, tus pelitos suaves como el terciopelo, así como cuando te toqué y acariñe la última vez en ese frío horno donde te incineraron. Volviste a mi luego de unos meses en un sueño que jamás olvidaré. Al día siguiente mi mamí me dijo que clarito escuchó que dije 2 veces "Malú, Malú" y que luego, al despertarme de mi sueño, yo dije "vi a mi Malú, vi a mi Malú" y volví a dormirme.

Ahora, espero que se de otro sueño así como este, porque hace poco soñé contigo otra vez, pero no fue tan dramático sino más irreal, pero sabía que eras tú, y que te subías a mi cama y te ponías entre mis piernas con las patitas hacia arriba para que acariñe tu pancita. Como le pido a Dios que me deje soñar contigo más seguido. Pero te vi feliz, contenta, alegre. Entonces si vale la pena esperar los años que me queden de vida para poder reunirme contigo, y aunque habrán otras perras y perros en mi vida, algunos mejores que tú y otros no tanto, tú siempre serás para mi primer amor, mi hija perra como a veces te decíamos, mi razón de sentirme vivo y lleno de fe en Dios. Si un padre es capaz de dar la vida por su hijo, tú me demostraste que no se necesita tener relación sanguínea para dar la vida por quién amamos, y la verdad, nadie me amó tanto como tú. Lamento no haberme dado cuenta de ello sino hasta el final. Soy humano. Si hubiera sido perro otra sería la historia.

Es verdad que este sueño que les narro pasó hace más de un mes, pero recién ahora me atrevo a compartirlo con ustedes. Disculpen la falta de confianza o la timidez manifiesta.

Hasta nuestro próximo encuentro en los sueños mi adorada Malú. Hasta entonces, recuerda, te amo, te extraño y te agradezco lo que hiciste por mi vida.

______________
Publicado originalmente el Jueves 10 de Enero del 2008

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Copyright © Mi amada Malú